Compartimos algunos datos sobre alfabetización en nuestro país

En Argentina:

• El 55% de los niños y niñas menores de 18 años viven en hogares pobres o indigentes.
• El 34% de los adolescentes de 13 a 18 años no asisten a la escuela o no accedió al secundario.
• El 54% de los jóvenes de 19 a 24 años fueron excluidos antes de completar la educación obligatoria.
• El 66% de los adultos de 25 años y más tampoco han completado la educación obligatoria.
• El 38% de adolescentes entre 14 y 18 años no concurren a la escuela, aún cuando la Ley Nacional de Educación Nacional establece la obligatoriedad del Nivel Medio.
• Cerca del 50% de la población infantil entre 3 y 5 años no asiste al Jardín de Infantes
• Cerca de 2 millones de niños y niñas menores de 14 años realizan alguna actividad laboral
• Muchos de los escolares que viven en zonas rurales tienen dificultades para llegar a las escuelas.
• Las niñas y los niños con necesidades especiales, no siempre cuentan con las instituciones educativas y de salud adecuadas.
• Altos niveles de exclusión viven los integrantes de comunidades de pueblos originarios.

Fuente: Instituto de Estadísticas de la UNESCO y IIPMV - CTERA en base a datos del INDEC

Los niños y las bibliotecas: ¿Cuántos libros puede leer un niño?

Por Geneviève Patte

No olvidemos que la infancia es corta y que es conveniente vivirla bien, a su propio ritmo. Sería una lástima tan sólo ocuparla en los sentidos de la palabra: llenar su tiempo e invadir su vida interior, como se invade un país conquistado.

En el mejor de los casos, un niño, incluso cuando es buen lector, entre los 5 y los 15 no podrá leer más que un limitado de libros. Sin hablar del placer de la relectura, que es particularmente común en los niños. Es raro que un álbum que despierta el gusto de los niños sea leído una sola vez, y los niños que dominan la lectura no dudan en leer y releer algunas novelas, un placer que los adultos se dan muy rara vez. Todos los que han estado en contacto con niños y libros han recibido la petición de leer por enésima vez El ogro de Zeralda, en el cual un ogro es seducido por la excelente comida preparada por la niña a la que se disponía a devorar y luego se convierte en buen esposo y buen padre de familia; o también la historia de Dónde viven los monstruos en la que un niño castigado se escapa al país de los monstruos y se convierte en su rey antes de regresar tranquilamente a comerse su cena en su cuarto. Los padres que cuentan historias a la hora de ir a la cama saben muy bien qué tanto los niños gustan de escuchar y volver a escuchar la misma historia con las mismas palabras.

La capacidad de lectura de un niño requiere, por lo tanto, que se le proponga una buena selección literaria y que se le ayude a orientarse. Realmente sería una lástima que ignore esos libros tan buenos para no ser leídos, porque nadie habrá tenido la idea de dárselos a conocer. Son libros que vale la pena descubrir en ciertos momentos y que nunca tendrán el mismo sabor si se leen o demasiado pronto o demasiado tarde. Es cierto que los libros para niños extraordinariamente enriquecedores también se descubren con un intenso placer en la edad adulta, pero la experiencia de conocerlos siendo niño es irremplazable. Pueden ser determinantes para orientar un interés, una imaginación, una sensibilidad. Michael Butor evoca de manera más general "esas lecturas que dejan huella, como se dice, y que por muy enterradas que puedan quedar más adelante, son imborrables."

Geneviève Patte, Los niños y las bibliotecas, México, FCE, 2008.

Encuesta Nº3 - Mayo 2009

¿Con quién piensa compartir su escuela o institución la 7.ª Maratón Nacional de Lectura?

1. Padres (88%)
2. Docentes (85%)
3. Abuelos (78%)
4. Vecinos (57%)
5. Bibliotecarios (53%)
6. Autoridades educativas (49%)
7. Autoridades locales (36%)
8. Otros (36%)

Total de votos: 97

Encuesta cerrada.